Aunque el día del que vamos a hablar ya pasó, nos pareció apropiado no publicar este post hasta hoy, primer día de la primavera.
El 1 de marzo se celebra en Rumanía el "MĂRŢIŞOARE". En este día, los hombres (o las amigas entre ellas) agasajan a las mujeres que conocen (esposas, novias, amigas, compañeras de trabajo, etc) con unos broches y, a veces, con sencillos ramilletes de flores, que marcan, de algún modo, el inicio de la primavera.
Estos broches se llaman "MĂRŢIŞOR". Se trata de pequeños objetos confeccionados manualmente (aunque el negocio se impone, y las joyerías empiezan a vender piezas de plata y oro), de materiales diversos (madera, cerámica, fieltro, vidrio, flores prensadas, plumas...) a los que se ata un cordón rojo y blanco. Usualmente representan tréboles de cuatro hojas, mariquitas, golondrinas, flores o, incluso, deshollinadores, ya que se creen que toparse con uno de estos últimos es señal de buena suerte.
Tradicionalmente las mujeres los llevaban colocados sobre el pecho, adornando sus chaquetas, camisas, etc. Normalmente se reciben varios, y se decide portar el del "amado" o el que más bonito parezca.
Se cree que quien lleva estos broches, tendrá un año de salud, suerte, protección y belleza.
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