sábado, 2 de febrero de 2013

Viena&Bratislava

Las fiestas navideñas, nuestro regreso a casa y la vuelta aquí han hecho que nos demoremos, más de lo habitual, en actualizar nuestro blog. Este tiempo de ausencia no ha estado carente de nuevas experiencias y celebraciones, incluyendo dos fiestas de fin de año: la católica española y la ortodoxa rusa.

Pero, quizá lo más destacado en este tiempo haya sido el viaje a Viena&Bratislava. 

En un principio Viena era la excusa y Bratislava el complemento pero la percepción final es que ambas ciudades tienen su propio encanto, cada una a su manera.

La nieve nos acompañó durante todo el recorrido, tanto en nuestras visitas a los palacios vieneses (Hofburg, Schoennbrunn y Belvedere),  como en nuestros paseos por el Ringstrasse (Parlamento, Ayuntamiento, Ópera, Universidad, etc.). 

Aunque parezca mentira, una de las visitas más divertidas, fue a los apartamentos de Sisi, porque el caracter de la emperatriz y sus aficiones eran, cuanto menos, sorprendentes y extrañas: desde beber el jugo de la ternera, a lavarse el pelo con huevo, hasta sus poemas oscuros sobre su vacía vida.

Además de estos monumentos ya famosos, en Viena visitamos también otros lugares más curiosos, como el gran cementerio de la ciudad, en el que están enterrados conocidos músicos. Pero lo mejor de ese cementerio, era el restaurante que hay frente a él. Se trata de un caserón casi abandonado, en el que no hay luz eléctrica, pero en el que se sirve deliciosa comida típica austriaca, como schnitzel relleno de lentejas. No hemos sido capaces de memorizar el nombre de los platos que tomamos pero, por si hay interesados, era el menú degustación para tres. 

El schnitzel no fue el único plato típico que tomamos allí. Como este viaje era una ocasión especial, fuimos también a un lugar especial para tomar la "sachertorte": el "Hotel Sacher", que da nombre a esta rica tarta de chocolate.

 





Y si seguimos pensando en tartas, hemos de mencionar Bratislava: sin duda la tarta de queso más buena que habíamos probado en mucho tiempo.

Pero no penséis que nuestros viajes de turismo son solo gastronómicos. Bratislava, "la joya oculta de Europa" para algunos, es una pequeña capital, casi un pueblo en el corazón de Centroeuropa. A una hora de Viena, merece la pena pasar un día paseando por su casco antiguo, visitar su palacio, sus originales estatuas escondidas en los rincones menos esperados, la Iglesia Azul...

En definitiva, un gran viaje, lleno de mucha cultura, mucha buena comida, genial compañía y rica cerveza. ¡Ah! Y sin olvidar la noria de Viena, que romántica se eleva sobre la ciudad imperial desde el siglo XIX.



2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Pues en Viena estuvimos por una zona llamada Bermuda Dreieck, cerca de Schwedenplatz (cervecerías y bares graciosos). En Bratislava, la verdad es que no recordamos los nombres, pero estuvimos en varios bares por el centro, con comida y bebida rica y baratilla :-)

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