La verdad, las patatas estamos encantadas de lo que está pasando a nuestro alrededor porque le da más realismo a los adornos navideños y al propio "Mercado de Navidad".
Pero esta no ha sido la única novedad de los pasados días. La demora en actualizar el blog, ha hecho que las patatas, tengan mucho que contar!!
El día 5 también, visitamos por primera vez uno de los clásicos casinos rumanos. Autóctonos y foráneos se divierten algunas de las noches que pasan en Bucarest acudiendo a casinos. La entrada en estos lugares requiere del pago de una modesta cantidad, que permite no solo el acceso a los juegos, sino también cenar y beber sin límite alguno. Los menús no son deliciosos pero la buena compañía y las perspectivas de hacerse millonario, tientan a cualquiera. Sin embargo, el final fue bien diferente a lo anhelado, ya que no solo no nos hicimos ricos, sino que perdimos los 50 lei que habíamos apostado cada uno (unos 10 euros por cabeza, que nadie se asuste).
Esa semana estábamos imparables y el siguiente destino fue la ópera de Bucarest. Vestimos nuestros sombreros de copa, nuestros bastones y monóculos, y con toda la altanería posible, entramos en el pequeño edificio que alberga esta institución. Lamentablemente, no podemos contaros en detalle cuál fue el argumento de la obra, ya que el canto en italiano y la traducción simultánea en rumano no nos facilitaron la comprensión. Aún así disfrutamos de la velada y del buen hacer de Euterpe (musa de la música).
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